jueves, 29 de noviembre de 2012

Sin audiencia, ni responsabilidad


En este país falta empatía y sobretodo, falta sentido de la responsabilidad. La RAE define responsabilidad como: "la obligación de responder ante ciertos actos o errores". Bonita definición para contextualizar la situación actual en la que se encuentra el ente público RTVE.
 
 
Esta misma semana se conocían los datos de la tercera oleada del EGM (Estudio General de Medios). Trabajadores y ciudadanos esperaban un batacazo histórico, y así ha sido. RNE pierde más de medio millón de oyentes y regresa al cuarto puesto de generalistas por detrás de la SER, Onda Cero y COPE. Pero lo peor no son los datos, lo peor es la sensación interna que se percibe dentro de la propia emisora. Ni la directiva ejerce responsabilidad, ni nadie espera que vaya a hacerlo.
 
 
Los cambios en la programación de RNE empezaron en septiembre de este mismo año. Ni Juan Ramón Lucas, ni Toni Garrido,ni Javier Gallego tendrían cabida dentro de la emisora pública. Cambios en los contenidos y en las voces, y avance hacia lo antiradiofónico. Y lo peor no es que la línea editorial cambiase, que también, en una emisora que debería ser apolítica. Lo peor es que RNE suena gris desde septiembre en cualquier franja horaria del día. Manolo HH en vez de despertar a nadie, logra volver a acostar a los españoles. Los informativos carecen de viveza en un medio donde el sonido lo es todo. Los ciudadanos han dejado de opinar pluralmente en el que debería ser el mejor vahículo público para hacerlo. Y la programación, se ha convertido en un cajón contenedor de tristeza.

 
 
 

 
No importan las historias y ahora, tampoco las audiencias. La información se hace a golpe de escaleta y la cercanía al público se ha convertido en algo accesorio. Ya no hay crítica, ni contextualización, ni algo tan importante como la reflexión. Y aún tenemos que dar gracias porque no se han cargado la cultura.
 
 
Lo cierto es que los que estamos dentro nos sentimos cuanto menos impotentes. Los trabajadores reconocen abiertamente que RNE está haciendo las cosas mal. Afirman que suena triste y que mientras no se produzcan cambios, el declive no parará. Pero también defienden que en radio los cambios son lentos y no pueden hacerse de forma radical. Bien, yo me pregunto... ¿acaso el de septiembre no fue un cambio radical?
 
 
Y en todo este caldo de cultivo de pérdida de oyentes, tenemos la guinda para el pastel: un posible ERE que dejaríaen la calle a 1800 trabajadores de RTVE. Pero además, existe una reglamentación desconocida que impide que hasta el 1 de enero de 2013 se contrate a ningún nuevo periodista en el ente público. ¡Hay oportunidad entonces para el año que viene!, pensarán muchos. Pues no, no la hay porque el Presidente de la coorporación, Leopoldo González Echenique, reconoce que con la deuda que arrastra RTVE desde que se quedó sin publicidad, no hay dinero para nuevas contrataciones. Lo que no cuenta Echenique es que varias empresas publicitarias han propuesto a TVE financiar su deuda si esta vuelve a programar publicidad en sus emisiones. ¿Y por qué no lo cuenta? Porque varias cadenas de televisión privadas están presieonando al gobierno de Rajoy para que RTVE no acepte ese cambio que claramente las perjudicaría.
 
 
 
 
 

 
Vamos, que aunque jóvenes periodistas como yo creamos en el servicio público y acudamos cada mañana con toda la lusión del mundo a RNE, pensando que podemos cambiarla, nos encontramos con que los intereses pesan más. Intereses económicos y políticos, sí. Y ahora también, intereses que no tienen en cuenta los índices de audiendias, ni el concepto de servicio público de calidad. Intereses faltos de responsabilidad y sobretodo, intereses compartidos exclusivamente por una dirección que ha dejado de representar a todos y cada unos de los periodistas que desean que RNE vuelva a ser lo que era: una emisora plural, cercana y divulgativa.

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E-M-P-A-T-Í-A

Retengan la definición de empatía, según el DRAE: "Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro".

Ya desde hace tiempo se dice que esta crisis no es solo económica, sino también de valores. No sé hasta qué punto será cierto, dado que aquí persiste desde hace siglos el espíritu de la picaresca y el vandalismo, de la envidia y de la mala hostia tan españolas, entre otras cosas (lo último llevo oyéndoselo decir a mi abuelo desde que tengo uso de memoria). Cualquiera de nosotros podría enumerar situaciones en las que han visto reflejadas estas cualidades. En una sola tarde de esta semana yo misma viví dos, de distinta magnitud pero con desesperantes rasgos comunes:


1) Concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid, donde está prohibido fumar desde que entró en vigor la ley antitabaco o incluso antes. Pero como tantas otras veces me vi rodeada de gente fumando tabaco y porros a mansalva sin que nadie les dijera nada. Con "nadie" me refiero a algún trabajador del recinto: si me tengo que poner yo a discutir con cada uno de los fumadores apuesto a que no me harían ni caso e incluso alguno igual se pondría chulo (otra cosa muy típica de aquí: que te pillen haciendo algo malo y aun así envalentonarte). 

La impotencia era total, así que me tuve que pasar otro concierto más exasperada, tragándome el humo de esa gente a la que le importan tres huevos que a los de su alrededor pueda molestarles su fumeteo, al igual que no les importa el que estén en un espacio donde está prohibido fumar. Pero ya sabemos que aquí si uno no ve bien cerca el riesgo de una multa o sanción hace lo que le da la gana. Y esto va tanto por los que hacen algo malo como por los que lo permiten. Los que fuman en un sitio tan grande lo hacen porque ya han visto que nunca les pasa nada, y, por lo mismo, los gestores del recinto deben de estar muy seguros de que nunca recibirán una inspección mientras se celebra un concierto. Todo lo contrario se refleja en los bares, que son más pequeños: los clientes no fuman dentro porque el dueño les vería y les echaría a la calle, temeroso de que alguna autoridad descubriera que en el establecimiento no se cumple la ley antitabaco.





2) En el mismo día se estaba llevando a cabo un ERE (otro de tantos en los medios de comunicación) en Unidad Editorial. Una de las empresas afectadas era el diario deportivo MARCA. Mientras navegaba por Twitter esa tarde y noche, intentando averiguar qué se sabía de los despidos en el grupo, descubrí un buen puñado de tuits en los que sus autores se regodeaban de la situación de dicho periódico: todos afirmaban que lo tenían merecido por ir en contra del Real Madrid o de su entrenador.

Es cierto que también había usuarios que se solidarizaban con los empleados del periódico, y progresivamente los hubo que criticaron a los que se estaban mofando de los despidos. Ninguno entendíamos las motivaciones de los que se alegraban del ERE. ¿Solo porque no les guste MARCA se alegran de que unas 15 personas se vayan a la calle, y además en un país donde ya hay varios millones de parados? ¿Ninguno de ellos tiene familiares en paro para ver lo que se siente, o solo les importan los desempleados que tienen cerca? 

Alguno incluso razonaba que, como MARCA quería que echaran a Mourinho, él se alegraba de que echaran a gente de MARCA. Comparaba así a un grupo de periodistas 'curritos' (porque en este caso no se va a despedir a ningún directivo) con el entrenador mejor pagado del mundo, una persona que actualmente cobra 15 millones de euros anuales, al que no le va a faltar trabajo nunca (y siempre mejor remunerado que el anterior) y que, aunque se retirara hoy, su nivel de vida y el de toda su familia siempre se mantendrá muy alto. Una persona que en un solo mes cobra más que todos los despedidos en MARCA en un año.


Así, en unas pocas horas, pude ver esa explosión de falta de educación, de valores y de empatía en general. ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Por qué a algunos les importa tan poco que los demás lo pasen mal, e incluso se alegran por ello? ¿Se darán cuenta esos de su error cuando les pase algo a ellos u optarán por echar la culpa a otro?


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jueves, 8 de noviembre de 2012

In Obama we trust


Four more years. Barack Obama se ha ganado de nuevo la confianza de los ciudadanos estadounidenses para otro mandato, el último suyo. Se convierte así en el segundo presidente desde la Gran Depresión que renueva mandato con una tasa de paro mayor que en su primera legislatura. La cifra es del 7%, muy envidiable si la comparamos con la del 25% español.

Sin embargo, el actual presidente ha visto reducida su ventaja con respecto a las anteriores elecciones. Mitt Romney no era un candidato menor, y algunos expertos le valoraron mejor que a Obama en varios de los debates que mantuvieron durante las semanas previas a los comicios. 

Sin embargo ha habido (entre otros) varios factores clave que han influido en los votantes. Primero, Romney como el clásico republicano, llevaba como bandera el dinero. Él es empresario de familia adinerada (su padre incluso también compitió en política) y se veía que quería velar sobre todo por los intereses de las clases altas. A su vez criticó a un amplísimo sector de la población, acusándoles de vivir solo de ayudas estatales. En este tema y también en el del aborto, por nombrar solo dos, afirmó una cosa para desdecirse después. Resultado: a los demócratas no les gustaban sus primeras afirmaciones y a los republicanos no les gustaban las segundas.

Otro factor fue el oportuno huracán Sandy, que asoló buena parte de la costa este americana. Obama enseguida apareció para intentar calmar a la población y dirigir las operaciones de limpieza y reconstrucción. Romney no quiso ni mencionar lo del huracán para no parecer oportunista.

El presidente actual tiene además a varios colectivos a su favor: mujeres, afroamericanos y latinos. Sin embargo a estos últimos se les está agotando la paciencia, ya que la reforma migratoria que prometió Obama aún no se ha producido, y por tanto siguen sin solución los más de 11 millones de indocumentados que hay en el país. Pero entre los latinos, que constituyen el 10% del electorado, uno de cada siete ha votado a Obama. Por tanto, todavía confían en que cumpla su promesa. Es la sensación que queda de esto: la mayoría de los votantes piensan que Obama todavía puede hacer grandes cosas, como conseguir ese cambio que prometía en 2008. En cuatro años veremos si el tiempo les ha dado la razón.


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We can... Really?


Contra todo pronóstico, las encuestas fallaron. Ni hubo empate, ni el republicano Mitt Romney pudo hacerse con la victoria en Ohio. Barack Obama se alzó como el gran vencedor en las presidenciales norteamericanas. Lo hizo con un total de 303 votos electorales, casi cien más que el Partido Republicano. Una ampla mayoría que contrastaba con el empate que reflejaban a priori las encuestas. El voto latino y el giro final de los estados indecisos hacia el Partido Demócrata se convirtieron en las claves de la victoria de Obama.
 
Quien gana en Ohio, lo hace también en las elecciones presidenciales de EEUU desde 1964. Y en esta ocasión, la tendencia se repitió. Aunque el candidato republicano había centrado su campaña en ganar en este estado, finalmente no lo logró. Obama se impuso, al igual que en Florida. Incluso, en Virginia, un estado que cuenta con una amplia tradición republicana y que sólo había votado en 2004 a los demócratas, ha logrado ganar.
 
El 70% de hispanos y el 60% de jóvenes menores de 30 años han confiado en el ahora reelegido presidente. Un apoyo demócrata al que se le suma el voto femenino y el de las zonas urbanas. Unos datos que confirman que Obama ha logrado movilizar el voto de los sectores menos participativos. Un hecho que sin duda le ha ayudado a cosechar finalmente una amplia mayoría sobre Romney.
 



 
Barack Obama confirmó su triunfo electoral a la una de la mañana, hora local, en Chicago. Lo hizo rodeado por su esposa y sus hijas en ese contexto de familia modelo que siempre ha marcado a todo buen presidente estadounidense. El reelegido presidente agradeció el apoyo de sus compañeros de partido, de sus votantes e incluso de su adversario. Lo hizo recuperando el optimismo de aquel lejano discurso de su anterior campaña del 2008. Obama volvió a entregarse al "Yes, we can" y aseguró a los americanos que su triunfo servirá para salir adelante "juntos como nación". Algo que resultará sin duda difícil en un país dividido y con dos grandes frentes abiertos: la economía y la inmigración. El demócrata aseguraba en su discurso que "lo mejor está por llegar", pero para que eso llegue, primero tendrá que negociar con los republicanos ya que estos mantienen la mayoría en la Cámara de Representantes.


El triunfo de Obama sólo se puede entender desde dos perspectivas: se ha convertido en el primer presidente capaz de derrotar a Osama Bin Laden y se ha logrado beneficiar de las tesis radicales que perjudicaban a los republicanos en temas como el aborto o la inmigración. Pero ahora toca hablar de futuro y este se plantea difícil en un país donde la subida de impuestos se hace prácticamente obligatoria para 2013 y donde en los últimos cuatro años se han perdido unos cuatro millones de puestos de trabajo.



 
 
El líder demócrata tendrá que enfrentarse a un panorama conflictivo dentro y fuera de EEUU. En el plano nacional, Obama deberá negociar con el Partido Republicano para poner en marcha antes de enero de 2013 la Ley de Control Presupuestario que permitiría reducir el gasto público y el déficit hasta un 5%. También se ha comprometido a poner en marcha unos 120.000 puestos de trabajo y una reforma sanitaria con mayor peso del servicio público que será pionera en América. En el plano internacional, Obama cuenta con demasiados frentes abiertos. Deberá lidiar con China, posicionarse en el conflicto de Libia y decidir s finalmente retira las tropas de Afganistán antes del final de 2014. Además, necesita seguir controlando la acción terrorista de Al Qaeda y tendrá que tomar una decisión sobre la actuación de EEUU en Irán. Teherán ya ha iniciado su programa nuclear y Obama no ha querido pronunciarse sobre este tema en su campaña electoral.
 
 Obama ha ganado, sí. Pero el futuro que le espera por delante ahora no es el mismo que en 2008. Sus votantes no arrastran la misma emoción y sus medidas se espera que sean mucho más conservadoras. Las negociaciones en la Cámara de Representantes continuarán siendo difíciles. En el Senado, la mayoría demócrata no permite poner en marcha grandes proyectos innovadores. Y los conflictos en cuanto a inmigración y déficit fiscal, hacen que el Obama del cambio se convierta ahora en el Obama del conservadurismo. No tendremos un segundo mandato cargado de sueños, pero sí mantendremos el apoyo americano a Europa. Y si ese apoyo basa sus argumentos en la defensa de unos derechos públicos que aquí se han empezado a olvidar, mejor que mejor.
 
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jueves, 1 de noviembre de 2012

A río revuelto...ganancia de CIU

Faltan tres semanas para que se produzcan las elecciones catalanas y si algo está claro, es que CIU tiene todas las papeletas para ganar con una amplia mayoría. Mientras los conflictos dialécticos entre el PSC y el PSOE no dejan de hacerse más evidentes, el inoportunismo de Alicia Sánchez Camacho no deja de sorprender. Y todo esto con el referéndum y la independencia como base. Porque si algo se juega en estas elecciones, no es un simple gobierno, sino un modelo político-estatal. 


El candidato del Partido Socialista Catalán, Pere Navarro, no lleva ni dos meses como cabeza de lista para las autonómicas y ya la ha liado. Navarro se mostraba a principios de semana favorable al"derecho a decidir" de los catalanes. Afirmaba que todo el PSC compartía esta defensa y creaba más de un dolor de cabeza al ya de por sí atormentado Rubalcaba. En menos de 24 horas, el líder nacional de los socialistas se apresuraba a relajar el ambiente. El secretario general del PSOE aclaraba que el PSC y el Partido Socialista Obrero Español no son lo mismo y por ello pueden tener criterios distintos. Una excusa demasiado pobre para impedir fracturas mayores en un partido resquebrajado por todos lados. Y añadía que el PSOE no es partidario de ese "derecho a decidir"exclusivo de los catalanes. 




Bien, quizás para entender el enfrentamiento interno de los socialistas, primero habría que explicar qué es ese idílico concepto del "derecho a decidir". El derecho a decidir se traduce en realidad en la puesta en marcha de un referéndum en el que solo los catalanes puedan decidir si quieren o no ser independientes. Podemos adornar el término con todos los eufemismos que queramos, pero no engañemos. Porque en realidad lo que se debate entre el PSC y el PSOE es algo tan simple como decidir si sólo votan los catalanes o si votan todos los españoles para llegar a una posible independencia. Y es precisamente en este jardín de dimes y diretes en el que Carme Chacón ha decidido volver a la política por la puerta grande del oportunismo.


La socialista no abría la boca desde que perdió ante Rubalcaba la Secretaría General hace ocho meses. Y justo ahora, en plena crisis de liderazgo socialista, renace de sus cenizas y vuelve al mundo de los vivos coincidiendo con Halloween. Dice Chacón que ella es rotunda y nunca defenderá un referéndum sin que antes se lleve a cabo una reforma de la Constitución Española. La socialista catalana ha sido la primera que se ha atrevido a poner sobre la mesa el modelo federal como solución. Un atrevimiento que tiene más pinta de momento ególatra que de decisión consensuada de su partido. Y más cuando aprovechaba esa declaración para adelantar que el PSOE tendrá que celebrar primarias antes de las generales y que no descarta presentarse como alternativa a Rubalcaba para disputarle el gobierno nacional a Rajoy. Algunas no escarmientan. Aunque esta vez, los líos de su propio partido le benefician.


Y por el otro lado, la candidata popular. Alicia Sánchez Camacho cuenta con el apoyo de su partido para concurrir a las autonómicas. Pero esta semana soltaba esta frase peliaguda: "No defiendo la independencia pero sí un nuevo modelo de financiación autonómica." El gobierno de Mariano Rajoy y muchos de sus ministros veían en esta frase un libertinaje excesivo de la popular. Si bien el PP se espera unos resultados pobres en Cataluña, su único triunfo en campaña podría pasar por difundir un discurso unitario a nivel nacional. Como ya vimos, ni en Galicia, ni en el País Vasco lo consiguió. Y visto lo visto, parece que en Cataluña se avecinan complicaciones.




Y mientras la unidad beneficia a CIU. Un partido fuerte y organizado que tiene un único objetivo: obtener una amplia mayoría, absoluta sería perfecta, para poder poner en marcha el referéndum catalán. Sin negociaciones, sin consultas centrales y sobretodo sin disputas. Puede que la UE le ponga las cosas difíciles a CIU si los catalanes le dan el sí a la independencia. Pero por ahora, nadie más les pone la pierna encima. Porque a veces lo más fácil es permanecer en un segundo plano mientras otros se autodestruyen solos.


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Los sueños sueños son

Los nacionalismos en España siempre han estado ahí, pero de vez en cuando, según esté la cosa, dan más la brasa o menos. Todo esto visto desde la perspectiva mediática: yo vivo en Madrid y no tengo forma de saber si en esas regiones están todo el día con el tema o no. Supongo que lo intentarán.

Ahora nos ha tocado una racha de nacionalismo catalán muy reivindicativo, más de lo que recuerdo en mi corta vida. Mi opinión y la de muchas de las personas de mi entorno es que todo esto es solo una cortina de humo para intentar desviar la atención sobre la pésima situación que vive Cataluña, con 840.000 de sus habitantes en paro, un 22,56% del total de su población activa (España acaba de superar la terrible cifra del 25%). Sin embargo, hoy mismo el expresidente de la Generalitat Montilla afirmaba que pedir la independencia de España no era una maniobra para conseguir más dinero u otras cosas, sino que de verdad se quiere.

(Senyera en Bruselas).

¿Quieren los catalanes la independencia? Hay escasas encuestas sobre el tema, y ninguna reveladora. Se preguntó a los pequeños y medianos comerciantes y solo contestaron el 16% de ellos, que dijeron que sí en un 66%. Es por eso que Artur Mas, el actual presidente de la región, está empeñado en hacer un referéndum para que la gente se manifieste. Una consulta que no tendría ninguna validez jurídica, y que de hecho sería ilegal realizar. Solo el tiempo (y los resultados de las próximas elecciones autonómicas catalanas)  dirá si el president se atreve a llevar a cabo su ansiada consulta.

Es de suponer que el actual presidente del Gobierno no permitirá que ese posible referéndum se lleve a cabo, o que, si por cualquier motivo este se produce, ignore su resultado en caso de ser que lo que quieren los catalanes es ser independientes. Por ello no creo que Cataluña se separe nunca de España. Por ello y porque las consecuencias de dicho acto serían nefastas para el nuevo estado. El problema es si tanto ciudadanos como empresarios saben lo que vendría después.

Y lo que vendría sería una ruina para Cataluña, a la vez que, posiblemente, un beneficio para el resto de España, en especial para Madrid. Para empezar, el nuevo estado tendría que salir del euro y de la Unión Europea, crearse un banco central propio y su propia moneda (suponemos que no volverían a la peseta por ser esta un símbolo español). Artur Mas ha afirmado que quieren seguir en la UE y por ello hará todo lo que haga falta para cumplir las condiciones que garanticen su entrada. Aunque no lo ha mencionado nunca seguramente ya se le habrá ocurrido que no solo necesita tener ciertos números, sino que hace falta la aprobación de todos los Estados miembros para incorporar a uno nuevo, y que España y seguramente muchos otros votarían en su contra. Aun así, Mas pretende seguir adelante. Una actitud no muy responsable hacia sus conciudadanos. Salir del euro y de la UE ahora mismo implicaría un retroceso bestial que nadie querría para sí ni para su gente. Es este otro motivo que hace pensar que lo de independizarse no va en serio.

En cuanto a las empresas, Cataluña alberga no pocas empresas internacionales, que imagino que optarían por salir de ese nuevo y pequeño país para apostar, como lo hacían, por España. Muchas vendrían a Madrid, donde estaríamos encantados de recibirles. Otras importantes empresas catalanas muy probablemente tomarían la misma decisión, dado que su mercado se reduciría drásticamente y para negociar con España se las verían con aranceles y demás trabas. Valga el ejemplo del Grupo Planeta, cuyo presidente ya dijo que se iría de Cataluña en caso de que la independencia se produjese.

Esto es lo fundamental. Por supuesto, también habría que ver cómo se las apañaban con su nueva hacienda, dado el agujero económico que tienen actualmente, debido al cual sus gobernantes han necesitado pedir un rescate al país del que se quieren separar.

Como digo, apuesto por que finalmente no pasará nada. Ahora hay que ver qué pasa con las elecciones catalanas. Por ahora se vive ese momento donde CiU, el partido gobernante, y todos los demás presentan sus programas electorales. En el caso de CiU este pasa por reducir el paro y el fracaso escolar, invertir más en I+D, aumentar el número de empresas que exportan, reducir el fraude fiscal y aumentar el consumo cultural (las dos últimas "promesas" me han tocado la fibra). Cada cuatro años en Cataluña y en el resto de autonomías uno se pregunta irremediablemente cómo tan maravillosas ideas surgen ahora y no antes, y por qué no se han llevado a la práctica antes de que todo se hundiera tanto.


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jueves, 18 de octubre de 2012

Nacionalistas y abertzales muy cerca del triunfo en Euskadi

Como cada cuatro años uno de los protagonistas de las elecciones vascas será el fantasma de la independencia de manos del PNV y también de Bildu, que en el caso del PSE se convierte en la petición de un Estado federal. Pero en esta ocasión se ha sumado un tema más: la crisis económica que también está afectando al País Vasco.


- PSE: Patxi López: el actual lehendakari obtuvo en las elecciones de 2009 varios escaños menos que el PNV, la fuerza más votada, pero se hizo con el puesto gracias al histórico pacto con el PP de Antonio Basagoiti. López propone perseguir el fraude y realizar una reforma fiscal en profundidad y acusa al PNV de querer hacer todo lo contrario para mantener los privilegios de ciertos colectivos. Ha negado rotundamente un posible pacto con Bildu, partido desde donde a su vez se afirma que ya ha llegado en secreto a un acuerdo con el PNV, que va en cabeza al menos en la encuesta de intención de voto realizada por el Gobierno vasco, seguido precisamente por EH Bildu. Así, el voto para el PSE depende, en buena medida, de los indecisos. Sobre este posible entendimiento con el PNV el actual lehendakari afirma que eso es algo que "está fuera de la realidad", ya que los nacionalistas buscan fracturar la sociedad vasca. López también ha admitido que Euskadi se halla endeudado para poder "sostener los servicios públicos" de la región, pero que esta continúa siendo solvente. No apoya la hipotética independencia de la Comunidad que gobierna porque sería algo devastador para las empresas vascas, en su mayoría exportadoras, sumado al desastre que supondría la salida de Europa y por tanto del euro.


- PP: Antonio Basagoiti: el popular tampoco se plantea un pacto con el PNV, ya que defiende la Constitución, es decir, la unidad de España. Coincide con sus actuales socios en Ajuria Enea en que la independencia llevaría a Euskadi a la ruina y en que Urkullu ni siquiera la ha pedido expresamente, aunque se note que es lo que quiere. Basagoiti sigue reafirmándose en que ETA aún no ha muerto y en que hay que seguir luchando contra la organización terrorista, y lo hace con más fuerza aún para contrarrestar el efecto negativo que ha tenido la excarcelación del etarra Bolinaga, aprobada por su partido en Madrid, y evitar perder votos hacia UPyD, partido contrario a cualquier concesión a los terroristas. Tras esto el PP vasco ha intentado acercarse más a las víctimas de ETA y ha conseguido incluir en la lista de Guipúzcoa a la simbólica Pilar Elías. Aun estando en contra de los soberanistas su enemigo principal es Bildu y evita coincidir en cualquier acto con los dirigentes de este partido, salvo en el debate televisado. Precisamente en este evento Basagoiti aprovechó para recordar a la audiencia que Laura Mintegi, la candidata de EH Bildu, se presentó a unas elecciones europeas por HB cuando ETA cometió la matanza de Hipercor en Barcelona, en junio de 1987.


- EH Bildu: Laura Mintegi: según las últimas encuestas la coalición abertzale, formada por EA, Aralar y Alternatiba, será la primera o la segunda fuerza más votada, algo sorprendente si se tiene en cuenta que serán sus primeras elecciones autonómicas tras ser legalizada en mayo de 2011, lo justo para presentarse a las elecciones municipales, en las que arrasaron en Guipúzcoa. Tanto Mintegi como los representantes de las otras dos provincias vascas han sido elegidos en buena parte por no tener un pasado político con el que se les pudiera relacionar. Es solo un lavado de imagen, ya que las ideas son las mismas: pretenden la independencia de Euskadi y su integración en Europa. Entre sus propuestas están el colocar a Julen Arzuaga, abogado de presos de ETA, al frente de la nueva Consejería de Libertades Ciudadanas, resultante de la fusión de Interior y Justicia. Respecto a la banda terrorista, en el debate televisivo Mintegi no quiso condenar las muertes causadas por la violencia etarra con la justificación: “Si condeno a ETA, usted me pedirá que condene las guerras carlistas y así sucesivamente”.


- PNV: Íñigo Urkullu: el líder peneuvista ha tenido que llenar el vacío que dejó Ibarretxe tras su salida en 2009, que cerraba tres décadas de gobierno nacionalista en el País Vasco. El mazazo fue duro en ese momento, pero el PNV ha sabido renovarse y levantarse y casi da por hecho que ganarán estas elecciones. Moderado su soberanismo, proponen "un nuevo marco político", sin matizar más, entre Euskadi y España, para el que habría que cerrar muchos acuerdos. Tanto PP como PSE han intentado que explicara algo más sobre este marco, pero no lo consiguieron hasta esta semana, cuando Urkullu afirmó que el PNV estaba "a favor de la independencia del siglo XXI". Urkullu, acusado por Patxi López de tener un plan oculto con recortes sociales, fue elegido por mayoría absoluta presidente de su partido el pasado enero, pero abandonará dicha presidencia si es proclamado lehendakari.


- UPyD: Gorka Maneiro: como su presidenta, Rosa Díez, Maneiro militó anteriormente en el PSE. Siguiendo el ejemplo de su partido en todos los lugares donde tiene representación ha propuesto múltiples iniciativas (más de 500 en esta legislatura, si bien con poco éxito) desde el Grupo Mixto, ya que su formación solo consiguió un diputado en las últimas elecciones. Combativo y firme, Maneiro no ha cedido un ápice a la hora de defender la Constitución y de no ceder ante nacionalistas, abertzales o terroristas. Esto ha hecho que el resto de partidos hagan lo posible por aislar a UPyD, que sin embargo va cosechando votantes desencantados de otras formaciones. Maneiro está de acuerdo con el PSE en temas como la reforma fiscal, pero promueve además otras, como reducir el número de instituciones y altos cargos. Defensor de la Constitución y sus símbolos, entre ellos la bandera y la lengua, también defiende la memoria de las víctimas de ETA y apoya la lucha contra los terroristas renegando de cualquier tipo de negociación con los mismos.


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