La mala situación de los medios de comunicación nunca es
beneficiosa para el país, y menos aún cuando este se halla en crisis. El
periodismo es necesario para contar a la ciudadanía la realidad, con el fin de
que tengan la información en cuenta, por ejemplo, a la hora de votar. En España
los medios escritos encadenan varios años sin levantar cabeza y eso es una mala
noticia para todos, no solo para los profesionales que trabajan en ellos.
Porque como se preguntaba Hercules Poirot cuando quería descubrir al culpable
de un crimen: “qui prodest?”. ¿A
quién beneficia? ¿Quién sale ganando con la asfixia y la desaparición de medios
de comunicación? Una vez más, el Gobierno y los políticos en general, que se
deben de estar frotando las manos ante el dramático panorama periodístico.
Porque si los medios de comunicación flaquean no quedará nadie para denunciar
los abusos que los políticos cometen, o las decisiones que toman y que nos
afectan a todos.
Por ello, al menos en España, el Gobierno de turno nunca toma medidas para ayudar a los medios de comunicación, salvo para los que vayan a favor de sus intereses o las televisiones públicas, que a veces manejan a su antojo. RTVE, como televisión de todos los ciudadanos, debería ser un ejemplo de imparcialidad política, y por ello su presidente tenía que ser aprobado por los dos tercios del Congreso. Ahora el PP se ha sacado de la manga un Real Decreto-Ley por el cual ahora se necesitará mayoría absoluta para elegir al presidente de RTVE. No contentos con ello, además han hecho grandes recortes en el ente público, cuya actual presidenta de turno ha criticado, aduciendo que la escasa financiación hará que RTVE pierda toda la calidad.
Por ello, al menos en España, el Gobierno de turno nunca toma medidas para ayudar a los medios de comunicación, salvo para los que vayan a favor de sus intereses o las televisiones públicas, que a veces manejan a su antojo. RTVE, como televisión de todos los ciudadanos, debería ser un ejemplo de imparcialidad política, y por ello su presidente tenía que ser aprobado por los dos tercios del Congreso. Ahora el PP se ha sacado de la manga un Real Decreto-Ley por el cual ahora se necesitará mayoría absoluta para elegir al presidente de RTVE. No contentos con ello, además han hecho grandes recortes en el ente público, cuya actual presidenta de turno ha criticado, aduciendo que la escasa financiación hará que RTVE pierda toda la calidad.
El papel vende cada vez menos en España (al contrario que en
Italia y Francia), y aún no se ha logrado que los periódicos digitales obtengan
todos los ingresos que podrían alcanzar, ya que la publicidad sí da dinero,
pero cuando se ha optado por poner contenidos de pago (tipo Orbyt) estos no están siendo rentables
por el momento (de nuevo, al contrario que en otros países, como Estados Unidos
con el New York Times). ¿Y qué hacen
los directivos de las empresas periodísticas? Recortar y despedir
sistemáticamente (mejor a los veteranos, que cobran más, aunque sean más
eficaces), y después optar entre dejar una plantilla corta a la que exprimir o
contratar bien a becarios, bien a jóvenes periodistas multitarea cuyo sueldo
será bajísimo y a quienes se podrá despedir con un simple chasquido de dedos si
no convencen o si la empresa sigue yendo regular o mal (gracias, reforma
laboral). Y después de todo esto, todavía pretenden que los contenidos que se
ofrecen mantengan la calidad.
Lo único que puede solucionar esto es que los periodistas
creen y gestionen sus propios medios de comunicación, cosa que algunos ya han
comenzado a hacer, o que los gerifaltes de las empresas periodísticas ya
existentes se pongan las pilas y se den cuenta de cosas que deberían ser
obvias, como que los despidos son un parche, y pronto serán una causa
de que la calidad de los medios baje (y con ella quizá también sus ventas); que
la forma de hacer algunos periódicos actuales no ha variado desde que se
fundaron; que sus contenidos o la forma de presentarlos también debería
revisarse; y que lo que hay que potenciar, cuidar y rentabilizar es lo digital,
que es el futuro, aunque algunos aún no lo vean o no quieran verlo.
P.D. Distintas Asociaciones de Prensa españolas han convocado concentraciones para protestar por la situación del sector el jueves 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa. En Madrid la APM propone reunirse a las 12 de la mañana en la explanada del Museo de Arte Público, bajo el puente de Juan Bravo, entre Serrano y la Castellana. Los motivos de la protesta pueden consultarse aquí.
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